Hablemos de la Copa Menstrual, ¿qué debo saber de ella?

¿Has decidido empezar a usar la copa menstrual? ¡Eso es súper bueno! Con este paso no solo te ayudarás a ti misma a conocer tu ciclo menstrual, también al planeta. Una opción más económica a largo plazo y eco-friendly, que evitará kilos y kilos de celulosa, plásticos, aplicadores y cajas al medio ambiente.

Pero, seguramente, esta decisión te ha llevado a hacerte muchas preguntas, es normal. Sobre todo, si no eres usuaria de tampones, puede parecer un cambio algo extremo y complejo a la hora de afrontar nuestro periodo. Y desde AliOlam te decimos, ¡no te preocupes! Porque en este artículo intentaremos dar respuesta a la gran mayoría de estas dudas que puedan surgirte, ¡atentas!

¿Qué es una copa menstrual?

 Empecemos por el principio, explicando qué es exactamente una copa menstrual. Es un método de higiene femenina en forma de copa – como bien su nombre indica – que se introduce en la vagina durante la menstruación para retener el flujo. A diferencia de otros métodos, como los tampones, no absorbe la sangre, sino que queda contenida en el interior de la copa y el líquido, cuando vamos a cambiarnos, se desecha por el WC.

Está fabricada de silicona médica, que es un material muy flexible y que se dobla fácilmente. Esto nos será muy útil a la hora de colocarla dentro de nuestra vagina. Una vez dentro, recupera su forma original y se crea una especie de vacío. No, no os asustéis, este vacío podemos romperlo en el momento que nosotras queramos retirar la copa menstrual.

Además, es un método reutilizable y que tiene una duración aproximada de 10 años, ¡son todo ventajas!

Pero… ¿Cómo sé el tipo de copa y la talla que tengo que escoger?

 Si eres primeriza, desde AliOlam te aconsejamos que leas con atención todas las recomendaciones. Debes tener en cuenta que las tallas de la copa menstrual varían según la marca y las calidades de la copa en cuestión. Pero, para que puedas hacerte una idea, te dejamos aquí tallas orientativas:

  • Copa menstrual talla S – Tamaño pequeño. Si eres menor de 18 años y no has tenido relaciones sexuales con penetración.
  • Copa menstrual talla M – Tamaño medio. Si eres menor de 30 años y no has tenido ningún parto. También si eres menor de 18 años, pero has tenido relaciones sexuales con penetración.
  • Copa menstrual talla L – Tamaño grande. Si eres mayor de 30 años y/o has tenido un parto vaginal (independientemente de tu edad).

Hemos de tener en cuenta que la copa tiene que quedar bien ajustada a las paredes vaginales, no se mueve ni se nota. Aunque, como es normal en las primeras ocasiones, debemos tener en cuenta que podemos ponerla mal o no hacerlo del todo bien. Es normal. Debemos estar relajadas y, seguro, que le cogeremos práctica enseguida.

¿Cómo colocamos nuestra copa menstrual?

 Llega el punto de saber cómo poner la copa menstrual. Antes de nada, debemos lavarnos las manos antes de colocarla. No deja de ser un producto que introducimos dentro de nuestra vagina y que está directamente en contacto con nuestra piel y mucosas, por tanto, hay que tener las manos limpias antes de empezar el proceso.

Lo siguiente es encontrar una postura cómoda para ponerla: tumbada en la cama, agachada en el suelo, con un pie apoyado en el borde de la bañera… Escoge una posición en la que te sientas cómoda y relajada, ¡no hay ninguna prisa!

Y llegamos justo al paso previo, doblar nuestra copa. Existen dos formas de doblarla, en forma de “C” o en forma de “Flor”, te dejamos aquí unas imágenes para que puedas hacerte una idea de cómo hacerlo.

Después debemos introducir nuestra copa plegada dentro de la vagina, de forma que la parte inferior quede a ras de los labios vaginales. Recuerda, ¡no se pone tan arriba como un tampón! De hecho, la mayoría de las veces, a penas deberemos introducir nuestros dedos para colocarla.

Y, por último, deberemos comprobar que todo esté correctamente. Podemos rodear la copa con nuestros dedos cuando está dentro de nuestra vagina para ver si está abierta de manera idónea.

¿Cuáles son las ventajas de la copa menstrual?

 En primer lugar, es mucho más barata a largo plazo. El desembolso inicial si que puede resultar más alto en comparación con otros métodos de higiene femenina. Pero, te podemos asegurar, que, con el precio de los tampones y las compresas en la actualidad, te saldrá rentable el cambio en tan solo 4 meses. Supone un ahorro increíble, contando que tiene, al menos, 10 años de vida.

Pero no solo eso, tiene mucha más autonomía que cualquiera de los otros productos. Puede aguantar hasta 12 horas sin necesidad de pasar por el baño, aunque esto siempre dependerá del flujo menstrual y del día de nuestra menstruación. Por ello, resultan ideales para momentos en los que sabemos que vamos a pasar mucho tiempo fuera de casa.

Además, resulta cómoda y, por supuesto como hemos comentado antes, ecológica. Sin duda, una opción a plantearse y dar un cambio a nuestros ciclos menstruales, ¿te animas?